Empezamos nuestro primer emprendimiento hace 20 años en una suerte de garaje; más tarde participamos como cofundadores de otros 20 proyectos, apoyamos otros tantos con programas de aceleración, incubación y consultorías desde los sectores público y privado. Nos tocó fracasar y tener éxito, abrir y cerrar empresas, arremangarnos y solucionar problemas, pero también celebrar logros que nos llenaron de orgullo. Así es emprender: una montaña rusa movida por las ganas de hacer, rodando vías inciertas llamadas oportunidades. Trabajamos con las industrias financiera, automotriz, gastronómica, farmacéutica y de bebidas; con organizaciones sociales en temas como la niñez, la inclusión, la donación de órganos, la educación y la transparencia. Crecimos y nos formamos desde la economía creativa, que es la intangible,; emprendimos dentro del modelo de empresa social impulsando el desarrollo de empresas B. Sumamos, desde el mundo de la innovación, el conocimiento de las organizaciones exponenciales de la mano de la comunidad de Singularity University. En este recorrido tuvimos la suerte de encontramos con grandes maestros y mentores, personas que, con una generosidad total, compartieron con nosotros posiblemente el bien más preciado de la humanidad: el conocimiento. El mundo en el que nos movemos tiene gente dispuesta a compartir con los demás los conocimientos adquiridos a través de las experiencias previas. Uno de los objetivos de este material es transmitir lo que nos fue entregado. Este es un momento único de la historia de la humanidad, en el que como nunca antes se tiene un acceso inconmensurable a la información, al desarrollo tecnológico, a los cambios sociales, políticos y organizacionales; y el emprendimiento no quedará fuera de esto. Según The Economist, el 40% de las empresas que forman parte del Fortune 500 habrán desaparecido en los próximos 10 años. En este contexto nos preguntamos: ¿por qué seguir las reglas del siglo pasado? Se trata de una tremenda oportunidad para pensar en el desarrollo de los proyectos desde nuevas lógicas y con herramientas adecuadas, que guíen el proceso generando condiciones más competitivas para nuestras ideas.
Movidos por nuestras ganas de seguir emprendiendo, pero desde un nuevo contexto y nuevas lógicas, sistematizamos un proceso que recoge todas estas experiencias y las coloca como opciones a disposición del usuario, para brindar una hoja de ruta, con pasos y alternativas, conceptos y cuestiones que podría pasar por alto y que podrían generar oportunidades. Promovemos este proceso a partir de lo adquirido por un grupo de trabajo, pero también lo abrimos a todas las personas que se encuentren interesadas en sumarse como colaboradores, a fin de integrar mejoras, mediante más vivencias que ayuden a llevar a Beta a una escala mayor.
Con Beta, buscamos potenciar ideas, al brindarles herramientas y una guía, que sean de utilidad para diseñar proyectos que contemplen una mirada empática con el medio, poniendo al usuario en el centro de la construcción de las propuestas. Proyectos con propósitos poderosos, que orienten su modelo de negocio a generar un impacto positivo en la sociedad y en el mundo, siendo parte de un nuevo modelo económico integrado, generando soluciones a los grandes desafíos y retos globales. Proyectos inteligentes, que utilicen modelos de negocios desafiantes para encontrar oportunidades en mercados, productos y soluciones innovadoras. Proyectos livianos pensados en formatos líquidos, con activos y colaboradores externos y adaptables a los cambios necesarios de la modernidad. Proyectos con una narrativa e identidad fuertes, que lleven la idea de manera clara y sintética, impulsados por emprendedores potentes acompañados de mentores y consultores que apoyen en el momento clave. Rodrigo Weiberlen, Co Fundador de Beta
Comments